El convenio de colaboración y coordinación entre el Servicio Nacional de Menores (SENAME) y la Agencia Nacional de Inteligencia (ANI) es un instrumento innecesario, que sólo puede contribuir con más opresión y violaciones de los derechos de quienes deben ser protegidos en primer lugar.
El bienestar y la protección de niñas, niños y adolescentes bajo el cuidado del SENAME está en cuestión por las deficiencias en la implementación de su misión. El convenio agrava y pone en mayor riesgo a algunas de las personas que viven con mayor vulnerabilidad y a las que el Estado y toda la comunidad tenemos la obligación de proteger.
Good Neighbors, una organización no gubernamental internacional que opera en Chile y otros cuarenta países que protege y promueve los derechos humanos, considera que dicho acuerdo viola garantías constitucionales y salvaguardas de la “Convención sobre los Derechos del Niño” (1989). Ante este riesgo, pide a las autoridades competentes que el convenio sea declarado nulo y no se aplique.