30 años de buena vecindad

Empoderando personas, transformando comunidades

Algo extraordinario ocurre cuando las personas se movilizan a partir de su preocupación, su compasión y su amor por la humanidad. Es más extraordinario aún cuando estas personas provienen de los más diversos trasfondos, nacionalidad, origen étnico, creencias, y situación personal… Y se ponen a pensar, crear, trabajar, donando su tiempo, capacidades y también su dinero para apoyar a quienes tienen menos, a quienes sufren y les falta todo.

Esto es lo que ha estado ocurriendo con Good Neighbors (Buenos Vecinos) desde hace treinta años, y que ha crecido a partir de la pequeña semilla plantada por un pequeño grupo de personas decididas en Seúl, Corea del Sur y que ya ha florecido vigorosamente en más de cuarenta países alrededor del mundo.  

Los inicios de Good Neighbors

En 1991 ese grupito de mujeres y hombres se hicieron a sí mismos una promesa y tomaron el compromiso de “respetar los derechos humanos de nuestros vecinos, que sufren la pobreza, desastres y opresión y ayudarles a buscar la auto sustentabilidad por medio de la esperanza”. Eso se dijeron y desde humildes comienzos expandieron su visión y trabajo para contribuir a un mundo más justo para todos y todas.

Para saber más de los #BuenosVecinos

Percibiendo el valor único de compartir voluntariamente, Good Neighbors ha llegado a ser un referente internacional que pone el acento en el mérito de los cientos de miles de personas individuales que diseminan su amor, sus palabras de aliento y que dan generosamente para hacer posible la transformación de comunidades y los buenos cambios: que construyen un mejor futuro. ¿Cuál es el mérito de esto? Pensamos que el mayor logro de Good Neighbors es poner el amor en acción, hacerlo calladamente, pero con persistencia y enfrentando todos los obstáculos que se presentan. 

La Respuesta Humanitaria

Típicamente, y respondiendo a una emergencia real, Good Neighbors desembarcó en Chile hace diez años. El terrible terremoto y tsunami de 2010 que conmovió al mundo inspiró a “buenos vecinos” de todo el mundo a llegar con ayuda, buena voluntad y manos para reconstruir, consolar y ayudar a miles de familias a ponerse de pie nuevamente. Por supuesto, no estuvieron solos y llegaron tan sólo dos días después, con el respaldo y apoyo de otros miles de personas que, conociendo el sufrimiento, la necesidad y la urgencia por haberlo vivido antes, pusieron en acción un mandato de venir a los confines del mundo, sólo para ayudar 

Aquí estamos, una década después, en algunas de las comunidades más vulnerables y olvidadasdescubriendo y actuando en un Chile real, que -todavía y lamentablemente- presenta injustas desigualdades, abusos y violaciones de derechos humanos, exclusión y explotación. Un Chile que es diferente a lo que nos suelen presentar, pero que es un Chile que puede y va a cambiar. Esos cambios para un futuro mejor no ocurrirán enseguida ni espontáneamente. Las personas individual y colectivamente debemos hacernos cargo de la búsqueda de la felicidad para nosotros y apoyar a las familias y comunidades en ese proceso, que es continuo. Hay que aprender a alzar la voz, a apropiarnos del lenguaje y el sentido de los derechos humanos (con los que nacemos y que nadie nos puede quitar) y no esperar que otros (personas, organizaciones o el Estado) sean los agentes exclusivos del desarrollo y la promoción de la justicia social.   

Por nuestra parte, Good Neighbors está aquí, nos quedaremos aquí. Y seguimos empoderando a las personas y transformando comunidades.  

Sobre Sergio Laurenti

Comunicador social. Ha trabajado la mayor parte de su vida en organizaciones de la sociedad civil en Argentina, Chile y el Reino Unido. Tiene mucho interés en temas de derechos humanos, solidaridad internacional y el desarrollo comunitario. Dirige Good Neighbors Chile desde enero 2018, cree que el cambio social es posible y busca activar un trabajo comprometido con las comunidades y actores locales.

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