¿Qué es la Justicia Social y por qué es tan importante?
La justicia social define una visión integral del ser humano que no sólo resguarda sus derechos fundamentales, sino que promueve su desarrollo integral.
La justicia social contribuye a reducir las desigualdades económicas y sociales; la pobreza, el desempleo y la discriminación. También activa una mayor cohesión social mediante la promoción de proyectos que mejoran las condiciones de vida de las personas más vulnerables o que favorecen el acceso a bienes y servicios que requieren una inversión adicional por parte de los Estados (como educación gratuita).
Los factores más importantes para lograr una vida digna y feliz son la educación, la salud y la vivienda.
El acceso a la educación es uno de los factores más importantes para determinar el futuro de las personas. Una educación de calidad, genera mejores oportunidades de empleo y desarrollo personal. Invertir en educación mejora la vida de las personas, sus familias y la comunidad.
La desigualdad social es un problema en Chile, ya que según estudios del Instituto Nacional de Estadísticas (INE), el 28.6% de las personas adultas en Chile carecen de educación primaria y secundaria y según la Encuesta Nacional de Hogares del INE, sólo el 47.3% de las personas mayores de 18 años tienen educación universitaria. Por lo tanto, existe una brecha entre quienes tienen un nivel educativo bajo y las personas que cuentan con educación media o universitaria. La desigualdad social tiene gran influencia sobre la calidad de vida, ya que, dependiendo de la crianza y la experiencia de primera infancia, ello prepara para obtener mejores resultados dentro del sistema educativo formal, así como para la vida personal y profesional.
La buena salud es esencial para todas las personas, pero especialmente para niñas, niños y adolescentes. Enfermarse puede ser muy costoso, sobre todo en un sistema que privilegia los servicios privados de salud y no invierte lo suficiente en la salud pública.
Los problemas de salud pública del país son reflejo de las desigualdades sociales y económicas de Chile. Aún con varios subsidios del gobierno, todavía hay personas que no tienen acceso a los servicios básicos de salud, una forma de injusticia que debe ser atendida.
“Durante la pandemia, la vivienda se ha convertido en la primera línea de defensa de las familias. Es el refugio para cuidar la salud y evitar la propagación del virus en las comunidades”, declaró la directora de Operaciones de Hábitat para la Humanidad de América Latina y el Caribe, María Teresa Morales. El acceso a la vivienda digna es esencial y la sociedad, especialmente en Chile, debe avanzar en garantizar este derecho.
Entre los dolores de la sociedad chilena están las alzas de los precios de las viviendas, la dificultad para acceder a créditos que no sobre endeuden a las familias, las esperas de postulantes a subsidios habitacionales del Estado y la percepción de que el acceso a la casa propia no es igual para todas las personas.
La justicia social es una forma de entender la vida en comunidad. Se asume que los derechos humanos son universales, pero no siempre se dan en igualdad para todas las personas
Una persona con trabajo puede contribuir al desarrollo productivo del país y también mejorar su calidad de vida.
El trabajo es una fuente de ingresos y una forma de ganarse la vida. Cuando un país tiene altas tasas de desempleo la sociedad en su conjunto se resiente. Por ello, el acceso a un trabajo en condiciones seguras y justas es esencial para las personas.
Las personas al no haber terminado su Educación Media no pueden acceder a muchas ofertas laborales y se les cierran muchas puertas laborales.
¿El impacto directo? Trabajos mal pagados, menor poder adquisitivo, menos capacidad para apoyar a sus familias y comunidades.
Pero el impacto indirecto es aún mayor: el bajo poder adquisitivo no solo empeora su calidad de vida, sino que afecta las posibilidades de que sus hijos e hijas accedan a una educación de calidad empujándolos a un círculo vicioso de la pobreza por la falta de educación.
¿Qué ha estado haciendo Good Neighbors en educación?
Good Neighbors trabaja para desarrollar la Visión 2030: “Empoderar a las personas, Transformar a las comunidades”, que opera en consonancia con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas, y moviliza a sus integrantes de todo el mundo para que se comprometan a proteger los derechos humanos y ayudar a crear cambios positivos en la vida de las personas en situaciones de vulnerabilidad y sus comunidades.
Desde Good Neighbors Chile, en el ámbito de la educación, nuestro objetivo es “Garantizar la igualdad de oportunidades para una educación de calidad”, abordando el problema de la accesibilidad y calidad de la educación: apoyamos la educación de niñas, niños y adolescentes en la educación prebásica, primaria y secundaria, además de capacitar a docentes para fortalecer sus competencias, buscando colaborar hacia el logro de un clima social escolar saludable y un ambiente educativo sostenible.
Apoyamos que todos los niños y niñas reciban el conocimiento y habilidades necesarias en derechos humanos, igualdad de género, paz, diversidad cultural (ODS 4), y protección del medioambiente, para que puedan convertirse en actores principales del desarrollo sostenible. En particular, y con el fin de eliminar las barreras de género, promovemos los derechos educativos desde la igualdad de oportunidades y contribuimos a crear entornos educativos en que prima la equidad (ODS 5), estableciendo acciones concretas para subsanar posibles desventajas.
Modelo Educativo de Good Neighbors
Good Neighbors estableció un modelo de programa educativo alineado con la visión 2030 y el enfoque de desarrollo global:
Buscamos posibilitar que más niñas, niños y adolescentes tengan acceso a oportunidades educativas de calidad, independientemente de las limitaciones socioeconómicas, basándonos en los cuatro pilares de la Convención sobre los Derechos del Niño (CDN): el derecho a la supervivencia, la protección, el desarrollo y la participación. Por ello, nos proponemos mejorar estratégica y concretamente el desarrollo de experiencias que mejoren la calidad de la educación pública en las poblaciones más vulnerables, por medio de experiencias educativas directas.
También, apoyamos a niñas y niños para que crezcan no sólo como sujetos de derechos, sino como ciudadanos/as globales capaces de compartir y empatizar con sus vecinos/as. Para lograr estos objetivos, adoptamos cuatro enfoques en la ejecución de nuestros programas educativos.
- Apoyar a las personas en situaciones de vulnerabilidad
- Promover la cooperación y solidaridad
- Empoderar a las personas
- Crear conciencia sobre los derechos humanos y las responsabilidades asociadas a éstos.
Conclusión
La justicia social completa una visión integral del ser humano y no sólo resguarda sus derechos fundamentales, sino que promueve su desarrollo integral. En este sentido, la justicia social contribuye a reducir las desigualdades económicas y sociales. Los niveles más altos de educación, salud y vivienda son ventajas para lograr una vida digna y feliz.