Hoy, todas las personas estamos rodeadas por la influencia de tecnología. A no dudarlo, el potencial transformador de la tecnología está redefiniendo cómo aprendemos, trabajamos y nos relacionamos. La inteligencia artificial (IA) ofrece oportunidades sin precedentes en el ámbito educativo, como la personalización del aprendizaje y el acceso a recursos globales, disponible a pedido. Sin embargo, también plantea preguntas críticas sobre la capacidad para preservar la autonomía humana en un mundo cada vez más automatizado y como preservamos los valores de la dignidad humana. Ante estos desafíos, la educación socioemocional emerge como una herramienta indispensable para preparar a niñas y niños, las personas jóvenes y a las comunidades para navegar, y gestionar el impacto de estos avances tecnológicos.
La alfabetización digital y las habilidades socioemocionales: una combinación esencial
Al conmemorarse este 24 de enero el Día Internacional de la Educación, educadores/as, familias, comunidades y organizaciones sociales tenemos la responsabilidad de abogar por un enfoque educativo que integre la alfabetización digital y el desarrollo de habilidades socioemocionales. Pensar y habilitar espacios y ofertas educativas que no solo preparen para adaptarse a la tecnología, sino también nos fortalezcan y hagan posible influir en su desarrollo y su uso. Al hacerlo, la educación puede convertirse en una fuerza transformadora que garantice que los avances tecnológicos beneficien a todas las personas y refuercen, en lugar de socavar nuestra autonomía y dignidad. Que nos faciliten redefinir la relación entre tecnología y humanidad y renovar nuestro compromiso con una educación que no solo enseñe a las personas a adaptarse al mundo, sino a liderar su transformación. Es hora de que prioricemos una educación que humanice, empodere y garantice que la tecnología sea un medio para el progreso, no un fin en sí mismo.
Tecnología como herramienta, no como fin
La IA está revolucionando el aprendizaje al ofrecer herramientas que pueden adaptarse a las necesidades individuales de cada persona. Por ejemplo, las plataformas digitales ahora pueden identificar áreas de mejora y sugerir actividades específicas para fortalecerlas. Sin embargo, esta promesa también trae consigo algunos riesgos. Una dependencia excesiva de estas tecnologías podría debilitar habilidades fundamentales como el pensamiento crítico, la creatividad y la capacidad de tomar decisiones autónomas. Además, como no todos tiene acceso a estas herramientas, ello amenaza con profundizar las desigualdades educativas existentes.
La educación socioemocional como preparación para el futuro
En este contexto, la educación socioemocional desempeña un papel clave. Para promover habilidades como la empatía, la resolución de problemas y la autorregulación emocional, en Good Neighbors Chile preparamos a niñas, niños y adolescentes para enfrentar los desafíos éticos y prácticos. Pero todavía está distante la próxima frontera, que compartimos con otras organizaciones y también con la educación formal: hacer más para acompañar el uso de la tecnología, no solo para usar herramientas de IA, sino también para comprender sus limitaciones y cuestionar sus resultados, construyendo las capacidades necesarias para tomar decisiones informadas y éticas.